Ayer pasé el día en San Sebastián. Es una ciudad en la que no me importaría vivir; me gustan sus calles, el estilo de la ciudad, su arquitectura, sus tiendas, su gastronomía y las vistas al mar.
Tras aparcar el coche fuimos directos a ver el mar, y si hay algo que me suele pasar es que me cuesta mucho ver el mar y no bañarme, pero ayer, con el día lluvioso que hizo, no pude meterme del todo en el agua, pero sí al menos meter un pie...
Y después ya nos fuimos a comer y pasear por lo viejo.
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Abriendo el apetito. |
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Ayuntamiento. |
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Playa de la Concha. |
Después de pasear por el centro y ver escaparates, comer helados y hablar mucho nos acercamos hasta el Peine de los Vientos. Y aquí ya fue donde mejor me lo pasé. Situaciones de película, olas y comedias dieron lugar a que acabara empapado y sabiendo a sal.
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El peine de los vientos. |
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Ondarreta. |
Y después de un café y secarme un poco... Carretera y manta.